Thursday, September 27, 2007

El Diario de Vancleef

Este es mi personaje de D&D, VanCleef, un Mediano Pícaro. Relataré las aventuras desde el punto de vista de este sujeto, espero les guste.




Mi nombre es VanCleef, pero solo en los ambientes que se me hacen personales, mi verdadero nombre es un que tengo guardado muy en secreto, el cual solo está reservados para amigos, familiares y algunos que se pasaron de listos. Estas páginas las escribo cada vez que estoy alejado del mundo, es decir en una gran montaña, un profundo valle o en un edificio lo suficientemente alto como para que nadie escuche mis quejidos cuando se acaba la tinta.

Quiero dejar constancia de mis aventuras siendo un Haladon, pero sobretodo, siendo un pirata encubierto con privilegios. Si, es cierto, ser Haladon no es lo que quise hacer con mi vida, es decir, si no aceptaba el llamado mi cabeza rodaría por alguna escalera que lleva a una guillotina o a un verdugo de “buena” cuna.

Mis aventuras comenzaron directamente una vez que dejé Obsidia, mi hogar predilecto pero no mi lugar de nacimiento. Yo nací en el mas hermoso valle de la región, el pasto mas verde y los árboles mas grandes que existan en este mundo (si, hasta los elfos lo saben, yo se que lo saben y por eso envidian el lugar). Entre mis amigos y primos, nunca tuve hermanos, jugábamos a ser piratas, escondidas y en busca del tesoro, sobretodo en las fiestas. Siempre fui el mejor en eso, de hecho, también fui el mejor en lanzar piedras, el deporte de los Medianos. Creo que mi infancia tuvo una gran influencia en mis aptitudes actuales.

No me gusta el término ladrón, ladrones son los que roban por robar, yo lo hago por deporte, de hecho, es un deporte con grandes premios al primer lugar, si saben de lo que hablo.

Como Haladon ha sido más sencillo mi trabajo, tengo más accesos, respeto, incluso miedo de algunos. Mi objetivo es ser reconocido, no por alguna corte claro está.

Pero bueno, dejemos los trasfondos para otro día, de hecho, para otro minuto, porque se me ha acabado la tinta y debo conseguir mas (dije conseguir, nunca comprar).




II

He vuelto a este cómodo techo de la catedral, es bastante silencioso y solo se escuchan los festejos de la ciudad en su festividad del vino o algo. He escuchado que otros Haladon llegarán al pueblo, aparentemente esta noche. Si, no se puede mantener ningún secreto en estos lugares, por eso los escribo y nunca los leo en voz alta.

En este momento me encuentro en el puesto de vigía del barco con los Haladon durmiendo en los camarotes, excepto por una que porta una lechuza, parece elfa o algo así, semielfa podría ser.
Los Haladon llegaron al pueblo tal como se sabia, y que necesitarían un barco, por eso después de recolectar sin consentimiento de los donantes, fui en una carrera al puerto, donde claro, mi jefe (por lo menos paga bien) estaba con los clientes a la mano. Prometí no volver a estropear el barco otra vez, pero la última no fue culpa mía, todo fue a causa de unos piratas que querían robar la mercancía (la cual, hasta el día de hoy desconozco, como dije, lo hago por deporte no por robar y la mercancía es parte del trabajo). Una vez que anocheció, algo subió al barco, un polizonte bien grande y pesado. Nada más y nada menos que un Haladon en un Wyrm (Es extraño). Baje para echarlo como polizonte que es.

Después de una acalorada discusión, llegó otro más y se fueron (si, soy un tanto dejado en los detalles que no me importan), lo único que llamó mi atención, aparte de su joyería, fue el hecho de que nos informo de manera muy extraña (a gritos) que Meridia estaba en asedio.

Bueno, ahora estoy en un cómodo árbol, luego continuaré mis aventuras.

1 comment:

Musaraña said...

Jejeje!!! ese personaje me da mucha risa... es genial, cuando está en acción tiene estilo, hace de todo, pero con destreza...

Muchas gracias por mi mención. eres un sol, y no sólo por eso...

Un beso

Natty